Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Yavel Cueto es una joven surfista que por las tardes practica ese deporte y camina al menos dos veces el sendero de acceso de la carretera hasta la playa conocida con el nombre de La Lancha y ha visto a los cocodrilos en el estero, porque son varios, no es solo uno.

Desde hace tiempo se ha dicho que en el estero de La Lancha hay al menos un cocodrilo, pero llegan a haber 3, 5 o hasta 7, porque esta especie tienden a ir de un estero a otro y cuando uno de ellos crece, tiene que competir con el macho grande por una hembra y muchos salen a buscar su propio estero o territorio y su propia hembra porque no comparten sus hembras.

Yavel vivió aunque al margen el incidente en el que un turista extranjero fue herido por un cocodrilo al cruzar por los arroyos que dan al estero.

“No me tocó lidiar con esa situación, pero escuché que decían que el cocodrilo había mordido a una persona”.

Cuando regresaba de surfear, vio el camino estaba lleno de sangre y, al subir, “llegamos y cuando llegué lo habían llevado al hospital. Habían llamado a una ambulancia, pero nunca llegó, por eso lo llevaron en directo; el chico fue ayudado por un amigo con el que venía y por una chica”.

RENTA DE TABLAS

En el negocio de renta de tablas de surf, le brindaron los primeros auxilios, le pusieron toallas para evitar que se siguiera desangrando.

Yavel relató que por lo que ha visto, los cocodrilos suelen estar alejados del sendero y “cuando los vemos no pasamos por el agua, no es recomendable”.

Este es el único caso que se ha tenido desde hace mucho tiempo de que un turista sea mordido por un cocodrilo y “nos salió barato”, dice el gerente de la tienda de renta de tablas y ahora si aprendimos todos que se debe tener más precaución.

Tras el incidente, se pusieron más letreros, se elevaron los puentes y esto sirve para que la gente tome más precauciones, entre otras  medidas preventivas; los puentes estaban bien, pero últimamente el agua comenzó a subir, pero lo que es más importante es que  la gente que lo vea, que lo respete.

Lamentablemente, dice Yavel, “me ha tocado ver gente que les avienta piedras o palos porque quieren verlos que se muevan, pero hay que entender que ellos nacen aquí, son de aquí Lo más increíble es que el domingo había una persona nadando en la parte honda del estero”.

DEJAN BASURA

También el domingo, llegó un grupo de personas de la construcción, con muchas cervezas y tomaron durante mucho tiempo y al retirarse aventaron la basura en la arena y cuando un surfista intentó llamarles la atención, intentaron golpearlo o armaron bronca.

Los surfistas todos los días recolectan basura, pero les resulta molesta la actitud de otros visitantes de la playa que solo van a ingerir cerveza y no cooperan. Es gente que no respeta.

Yavel Cueto es graduada de la carrera de Desarrollo Urbano para la Sustentabilidad de la Universidad Autónoma de Querétaro.

SENDERO MARAVILLOSO

Caminar por el sendero de la carretera hacia la playa La Lancha resulta muy interesante. En el trayecto se puede uno encontrar de todo, así como se puede ver algún cocodrilo en los charcos, así hay aves exóticas, unas que caminan por el suelo buscando cajos para comer, y otros que cantan entre la espesa vegetación.

Al menos en tres puntos se encuentra uno con puentes improvisados y que le evitan al paseante meterse al agua o al lodo, y en otros casos se pisan piedras o costales de arena que se han puesto desde hace tiempo y se confunden con el suelo. Alguna lagartija se asoma de repente en el camino, y esporádicamente se encuentra uno a uno o dos surfistas que regresan o ingresan con su tabla bajo el brazo. Muchos de ellos son extranjeros, pero otros son jóvenes mexicanos que le han encontrado el gusto a las olas.

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