LA MIRADA INCÓMODA

“Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren”: Jean-Paul Sartre.

Por Alfredo César Dachary-cesaralfredo552@yahoo.com.mx

En el siglo XIX nacen las tres ideas políticas que dominan gran parte del mundo hasta hoy: el liberalismo, el marxismo y el nacionalismo, rara situación ya que las sociedades a las que iban dirigidas como tales han cambiado radicalmente. Por ello, el marxismo se plantea inviable y el neoliberalismo, la versión más dura y deshumanizada del capitalismo ya ha dejado de infundir confianza, y que mejor ejemplo que el Brexit en la Gran Bretaña o Estados Unidos al borde de la cesación de pagos de su abultada deuda, pero gastando cada vez más en armas.

El motivo del conflicto ruso-ucraniano es histórico y viene de antes del siglo XX, y no murió con la caída del nazismo, sino que se reformuló y adecuó como una gran parte de los europeos pobres hacia el nacionalismo extremo, del cual no hay pruebas de éxito en dos siglos.

¿Quiénes son los verdaderos enemigos de Rusia?, los que ésta define como los nacionalistas integristas ucranianos, y para otros en esta línea los nuevos nazis del siglo XXI, que ya no son una novedad en Europa occidental y que su historia comienza en la primera “gran guerra”, y se continua durante la Segunda Guerra Mundial y luego en la guerra fría que hoy todavía continúa vigente en la ‎Ucrania actual y otros vecinos más.

La mayoría de los testimonios escritos por los nacionalistas integristas y su largo camino de crímenes contra sus adversarios, básicamente ucranianos, fueron destruidos, luego del golpe de Estado del 2014, que instauró el actual gobierno de fuerza y junto a ello se prohibió hablar en Ucrania de los numerosos crímenes que ellos perpetraron.

Los nacionalistas ucranianos masacraron al menos 4 millones de sus compatriotas ucranianos e incluso ‎planearon la implementación y la aplicación de la “solución final”, o sea, la liquidación ‎masiva de millones de personas basada sólo en su pertenencia real o supuesta a las ‎comunidades judías y gitanas de Europa, y ello fue rápidamente borrado por los aliados para asegurar adeptos en la nueva guerra fría.

Dmitro Ivánovich Dontsov era un escritor nacionalista ucraniano, editor, periodista y pensador político cuyas ideas radicales tuvieron gran influencia en la Organización de Nacionalistas Ucranianos y se lo considera el fundador de la “teoría del nacionalismo integral”, que llevó a la práctica como agente alemán y perpetrador de crímenes contra la humanidad. ‎

Varias décadas antes de la Primera Guerra Mundial, Ucrania era una extensa ‎llanura que había navegado entre la influencia alemana y la ‎influencia rusa, ya que Ucrania no era un Estado independiente sino una provincia del imperio ‎zarista y estaba poblada de alemanes, búlgaros, griegos, polacos, rumanos, rusos, checos, ‎tártaros y de una fuerte comunidad judía, supuestamente descendiente del antiguo pueblo jázaro. ‎

Ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, Dmitro I. Dontsov se convirtió en agente de los ‎servicios secretos alemanes y emigró a Suiza y allí comenzó a publicar, por cuenta de la ‎inteligencia alemana, el Boletín de las nacionalidades de Rusia, que se distribuía en varios ‎idiomas e incitaba a las minorías étnicas del imperio zarista a rebelarse para provocar la derrota de ‎Rusia. Fue ese el modelo que los servicios secretos occidentales escogieron para organizar, aquel ‎mismo verano en Praga, el “Foro de los Pueblos Libres de Rusia” ‎.

En 1917, la revolución bolchevique modificó los factores de la ecuación. Los amigos de Dontsov ‎apoyaron la Revolución Rusa pero él siguió siendo germanófilo, y en esa gran anarquía, ‎Ucrania se dividió de facto en tres regímenes diferentes: primero el de los nacionalistas de Simon Petliura que lograron imponerse en la región actualmente ‎controlada por el gobierno de Volodímir Zelenski,
segundo los anarquistas de Néstor Majnó  – que se organizaron en la Novorrosiya, desarrollada por el ‎príncipe ruso Grigori Potiomkin – y tercero los bolcheviques, implantados principalmente en el Donbass. ‎

No está de más recordar que el grito de guerra de los nacionalistas de Petlyura era: ¡Muerte a ‎los judíos y los bolcheviques! y que esos elementos perpetraron numerosos programas que ‎costaron la vida a gran cantidad de judíos. ‎

Con la derrota de Alemania, Dmitro Dontsov regresó a Ucrania, donde pasó a ser un ‎protegido del Estado y ayudó a Petlyura a aliarse con Polonia para tratar de aplastar a los anarquistas ‎y los bolcheviques. Los bolcheviques tomaron Kiev, Petlyura y Dontsov negociaron el ‎Tratado de Varsovia, firmado el 22 de abril de 1920 y allí el ejército polaco ‎se comprometía a rechazar a los bolcheviques y a liberar Ucrania, a cambio de que ese país ‎cediera a Polonia las regiones de Galitzia y Volinia, lo mismo que Zelenski negocia ‎hoy para lograr que Varsovia entre en guerra para obtener esos territorios, pero aquella nueva guerra fue un enorme fracaso para Kiev y Varsovia.

Ze´ev Jabotinsky MBE fue un líder sionista, escritor, traductor, orador, periodista, militar y fundador de la Legión Judía durante la Primera Guerra Mundial, y el principal ideólogo de la corriente sionista revisionista, ‎según la cual, ‎Israel es “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”.‎

En busca de alianzas ante posibles choques en el futuro, Petlyura, que era estadista, figura militar y política y luego uno de los líderes de la guerra de independencia de Ucrania, en la que fue organizador de las Fuerzas Armadas de Ucrania negoció en secreto con Ze´ev ‎Jabotinsky, el fundador de la Legión Judía (los batallones judíos del ejército británico) quien ya ‎era por entonces un importante dirigente de la Organización Sionista Mundial.

En septiembre ‎de 1921, Petlyura y Jabotinsky decidieron unirse contra los bolcheviques, con la condición de que ‎Petlyura prohibiera a sus hombres perpetrar nuevos pogromos, la “Legión Judía” la que se convertiría en ‎la «Gendarmería Judía».

Petlyura no logró contener a sus tropas, sobre todo porque Dimitri Dontsov seguía ‎predicando la eliminación de los judíos y cuando salió a la luz el acuerdo que ‎Jabotinsky había concluido con Petlyura y la Organización Sionista Mundial se negó a convertirse en ‎aliada de los exterminadores de judíos y creó el 17 de enero de 1923 una comisión ‎investigadora sobre las actividades de Jabotinsky, quien se negó a dar explicaciones y renunció a ‎todas sus funciones.

Simon Petlyura se apoderó del norte de Ucrania. Fue el protector de los nacionalistas integristas ‎y entregó las regiones de Galitzia y de Volhynia para conseguir aliados en la cruzada contra los ‎rusos.

Petlyura huyó a Polonia y de allí se fue a Francia, donde fue asesinado por un ‎anarquista judío originario de Besarabia y el hombre que había matado a Petlyura asumió su responsabilidad y ‎explicó que había vengado a los cientos de miles de judíos asesinados por las tropas de Petlyura. A consecuencia de esta “verdad histórica” se fundó la Liga Contra los Pogromos, la futura LICRA o Liga ‎Internacional Contra el Racismo y el Antisemitismo. ‎

Hoy los actuales adeptos de Dontsov siguen reivindicando la expresión ‎‎nacionalismo integral, y desde la caída del III Reich, se toman también el trabajo de ‎refutar el término «nazismo» que los rusos usan para calificar las ideas de Dontsov.

Para Dmitro Dontsov, el «nacionalismo ucraniano» se caracteriza por:
 “la afirmación de la voluntad de vivir, de poderío, de expansión” y promueve ‎‎el derecho de las razas fuertes a organizar los pueblos y las naciones para fortalecer la cultura y ‎la civilización existentes, el deseo de combatir y la conciencia de su extremismo. Dontsov elogia la violencia ‎creadora de la minoría de iniciativa, y sus cualidades son: el fanatismo y la inmoralidad.

Desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial, siguiendo indicaciones de Dmitro Dontsov, los «nacionalistas integristas» de OUN-B lucharon junto a las tropas nazis contra los judíos y los ‎soviéticos. ‎

La alianza entre los nacionalistas integristas ucranianos y los nazis fue total durante las ‎constantes masacres perpetradas contra la mayoría de la población de Ucrania, acusada de ser ‎judía y comunista, hasta que el III Reich “liberó” el país, durante la primavera de 1941, al grito ‎de Gloria a Ucrania, el grito de guerra que hoy repiten el gobierno de ‎Zelenski y los demócratas estadounidenses. ‎

En aquella época, los «nacionalistas integristas» proclamaron la «independencia» de Ucrania ‎ante representantes nazis y del clero griego ortodoxo, pero no lo hicieron en Kiev sino en Lviv ‎‎(Leópolis) y siguiendo la pauta ya trazada por la Guardia de Hlinka, en Eslovaquia, y los ustachas ‎en Croacia. Se formó entonces en Ucrania un gobierno liderado por el Providnyk (Guía) ‎Stepan Bandera y con su compinche Yaroslav Stetsko como primer ministro. Hoy se estima que ‎contaban con el respaldo de 1,5 millones de personas, lo cual demuestra que los «nacionalistas ‎integristas» ucranianos han sido siempre minoritarios, pero la OTAN les da cobertura sin necesidad de poner las víctimas, que serán ucranianas y rusas.

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