Por Rodrigo López Becerril/Puerto Vallarta

Dos enormes nubes negras se asoman en el horizonte de las vacaciones de verano para la actividad turística: la creciente inflación y el aumento en las tasas de interés bancario, lo que podría inhibir los viajes de muchas familias en las seis semanas de receso escolar que comienzan a mediados de julio.

Si bien hay intenciones de viajar de parte de muchas familias mexicanas, como lo constatan hoteleros consultados, se debe considerar que la cifra de inflación para la primera quincena de junio, de 7.88 por ciento y el alza a la Tasa de Interés Interbancaria en 75 puntos base para dejarla en el 7.75 por ciento anunciada por el Banco de México (Banxico), son aspectos que pueden tener un impacto negativo en los viajeros.

Es decir, algunas familias de clase media baja podrían reconsiderar sus viajes, a la hora de hacer sus presupuestos y priorizar el gasto familiar, la renta, las hipotecas, la salud, los gastos del siguiente ciclo escolar, considerando que las hipotecas y créditos bancarios o con particulares aumentarán con la reciente decisión del Banxico.

INFLACIÓN AL ALZA

El reporte de la Junta del Banco de México mencionó que la inflación sigue aumentando, alcanzando en algunos casos su mayor nivel en décadas, presionada por la persistencia de los cuellos de botella, la recuperación de la demanda y los elevados precios de alimentos y energéticos.

“Las condiciones financieras tuvieron un apretamiento adicional, donde las tasas de interés aumentaron y el dólar se fortaleció, en un contexto de aversión al riesgo”.

La situación es similar en los Estados Unidos, donde en su decisión más reciente, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentó el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 75 puntos base y anticipó futuros incrementos.

A su vez, un amplio número de otros bancos centrales continuaron incrementando sus tasas de referencia. Entre los riesgos globales destacan los asociados a la pandemia, la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas y mayores ajustes a las condiciones económicas, monetarias y financieras.

EXISTEN RIESGOS

Ante presiones inflacionarias mayores a las anticipadas, el pronóstico para la inflación general se revisó al alza hasta el tercer trimestre de 2023. Estas previsiones están sujetas a riesgos.

Al alza: Están la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; las presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; las mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico; la depreciación cambiaria; y las presiones de costos.

A la baja: Una disminución en la intensidad del conflicto bélico; mejor funcionamiento de las cadenas de suministro; un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto; y un efecto mayor al esperado del Paquete Contra la Inflación y 2 la Carestía.

El balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico presenta un considerable sesgo al alza.

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