TERCERA LLAMADA

Por María José Zorrilla

Desde Luis Ramírez de Lucena en 1497 que publicó el libro Repetición de Amores y Arte de Ajedrez, el de Pedro de Damiano sobre cómo aprender a jugar los escaques y las partidas, hasta el primer torneo internacional organizado en el siglo XVI, el ajedrez es un juego mental que despierta pasiones entre intelectuales, matemáticos y hombres de letras y más recientemente entre el público de Netflix que estrenó Gambito de Dama historia de una chica ajedrecista de mediados del siglo XX situada en un mundo dominado por los hombres.

Carrol, Zweig, Borges y Pérez Reverte, entre muchos otros autores han escrito grandes obras sobre uno de los juegos intelectuales más prestigiados del mundo.  Con cierto recelo por su complejidad, se ha generado un enigmático significado a su origen y a sus múltiples transformaciones antes de convertirse en ajedrez y cuyas raíces se remontan a la India del siglo VI.

Las conquistas e invasiones lo llevaron a Persia, posteriormente los árabes a España y por el costado del imperio bizantino entró a Rusia hasta que finalmente toma la forma actual en el siglo XV.

Para los autores apasionados por el infinito, este juego representa de alguna manera ese universo de múltiples posibilidades, aunque los expertos aseguran que hay jugadas prefabricadas que se pueden aprender y otras predecir de acuerdo al avance del ejército comandado por un rey medio inútil más encumbrado por su posición de autoridad máxima que por sus atributos para la guerra, a diferencia de la reina que domina mejor el escenario con la astucia de poder ejecutar desplazamientos múltiples con sus fieles compañeros de batalla.

Solo la destreza equina es esquiva para la dama coronada quien al morir deja viudo y desvalido al hombre más valioso del tablero y vulnerable a sufrir un atentado, a confinarse en un rincón hasta esperar un jaque mate que lo libere del asedio.

En términos modernos podríamos aseverar que, en el fondo, el ajedrez podría tratarse de una reivindicación a la mujer.  Paradójicamente nacido en el oriente en tierras donde la mujer 15 siglos después del nacimiento del chaturanga, convertido luego en chatranj tras la conquista árabe en la India y posteriormente en ajedrez al llegar al viejo continente, sigue estando oprimida.

Borges hace alusión tanto al ajedrez como a los infinitos en varias de sus obras. Su poema El ajedrez publicado en El Hacedor, compilación donde tal vez el autor se desprende de muchos artilugios y deja ver su intimidad casi desnuda, concluye con este atrevido verso. También el jugador es prisionero, (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y de blancos días. Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.

En El Ocho de Catherine Neville hay una gran pasión por poseer un ajedrez de piedras preciosas con aparentes propiedades casi mágicas, rodeado precisamente de esa aura de misterio que esconde este apasionante juego.

Para Garry Kasparov, considerado uno de los más grandes ajedrecistas del mundo, “la vida se parece a una partida de ajedrez” y así titula su novela y explica “cómo las soluciones a los problemas cotidianos requieren de las mismas artes y técnicas (conocimiento, preparación, estrategia, cálculo de las variantes, etc.)”.

Tanto en el ajedrez como en la realidad, asegura Kasparov, es necesario analizar, descartar, organizar el pensamiento, qué puede ocurrir, tener soluciones preparadas, estudiar variantes posibles y entender las facultades del adversario para darles vuelta en beneficio propio.

EN PUERTO VALLARTA

En Puerto Vallarta como en muchos lugares de playa donde la vida al aire libre se impone, hay pocos estímulos para que los jóvenes combinen la diversión y el deporte con el entretenimiento y el ejercicio mental. Pero no es exclusivo de los destinos frente al mar donde poco a poco se han perdido las tradiciones del ajedrez.

Con cierta nostalgia vemos en películas o cuando se tiene la oportunidad de viajar por distintas partes del mundo, a las personas de la tercera edad echándose una partida de ajedrez en un parque. 

Hace varios años en una visita a la Ciudad de las Artes y la Ciencia en Valencia me tocó ver una partida simultanea de Kasparov y Karpov contra más de 200 niños y jóvenes. No podría el escenario ser más espectacular dentro de aquel magno recinto diseñado por Calatrava y donde los estudiantes sentados frente a una fila de tableros que parecían una marcha de escaques al infinito, se acomodaban en un extremo Kasparov y del otro, su eterno contrincante Karpov para enfrentarse no entre sí, sino contra 100 chicos de cada lado.

CARLOS VARELA

Este miércoles 6 de octubre a las 5 pm en Vallarta tendremos la oportunidad de ver a un chico tijuanense de escasos 14 años, campeón de 10 torneos nacionales de ajedrez en México, finalista en varios torneos internacionales y el tercer lugar absoluto en todo Estados Unidos de categoría abierta (jóvenes y adultos) de ajedrez rápido.

Carlos Varela viene a dar una exhibición a la Biblioteca Los Mangos y es para nosotros un gran privilegio contar con su presencia.  Esperamos acudan muchos participantes que quieran jugar simultáneas con este joven prodigio a la vez que deseamos motivar a niños y jóvenes a iniciarse en el apasionante juego del ajedrez.

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