By Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
Los pueblos a orillas de la carretera que hasta hace poco eran solo unos caseríos, hoy registran una intensa urbanización que se refleja en construcción de casas y hasta edificios de varios niveles para vivienda, de trabajadores de la industria turística de Sayulita y el área de Higuera Blanca.
Según informó el regidor José Antonio Plácito, Guamuchil ya alcanza los 500 habitantes, mientras San Quintín tiene más de 250 y San Ignacio es el que mayor crecimiento ha registrado, a pesar de que se encuentra entre arroyos y empinadas lomas.
El incremento de la población se refleja en una falta de servicios básicos como lo es el agua potable, y la falta de calles por lo que los correspondientes jueces de cada poblado buscan gestionar ante el ayuntamiento se atiendan esas necesidades cuanto antes.
GENTE TRABAJADORA
Es importante señalar que la mayoría de los nuevos pobladores de San Ignacio, San Quintín y El Guamuchil, son meseros o empleados o administradores de restaurantes y prestadores de servicios de la industria turística del pueblo vecino Sayulita, donde la vivienda es cada vez más escasa y cara, pues por una pequeña habitación y baño común llegan a cobrar hasta 12 o 15 mil pesos.
Además ante la escasez de tierra para urbanizar, los constructores y pequeños desarrolladores no han encontrado otra opción más que los pueblos rurales del municipio de Bahía de Banderas y el resultado es que todos los pueblos costeros registran un incremento demográfico que no se había previsto, pues los planes de desarrollo urbano no han previsto áreas urbanas en esos lugares.
MAYOR URBANIZACIÓN
Los turistas y automovilistas que circulan por la carretera federal 200, se sorprenden al pasar el crucero de Sayulita porque se encuentran con nuevos centros urbanos, con edificios y puentes construidos para conectar con la autopista y un intenso movimiento de la industria de la construcción, a lo largo de los 30 o 40 kilómetros que van desde Las Varas, hasta el crucero de la Cruz de Huanacaxtle.
Ante tal situación, las autoridades a través de los regidores tienen que atender las demandas de servicios cada vez más fuertes por el aumento de la población que ha llegado procedente de otros lugares de la República Mexicana.
