Por Marc Murphy (*) – Marc@MexicoPacificLifestyle.com

¡Hola a todos!

Hoy les hablaré sobre un tema que, desde el último año está en boga y se ha convertido ya en un fenómeno a nivel global. Conocido como “nearshoring” o relocalización de cadenas, se trata en realidad de una estrategia empresarial que implica la reubicación de ciertas operaciones y servicios a países cercanos geográficamente o dentro de la misma región, en lugar de hacerlo en ubicaciones más lejanas o extranjeras. A diferencia del “offshoring”, en el que las empresas externalizan funciones a países distantes, el “nearshoring” busca mantener la proximidad cultural, lingüística y geográfica, facilitando la colaboración y la comunicación entre las partes.

Pero, A qué se debe que esta práctica haya ganado terreno en el mundo empresarial?

Sabemos que, en un mundo globalizado y altamente interconectado, las empresas están en la búsqueda constante de optimizar sus operaciones para mantenerse competitivas y eficientes, y es a partir de esto que surge el “nearshoring”. Sin embargo, según Forbes, la tendencia se agudizó tras la pandemia de Covid-19 y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.

En este contexto, señala, para las empresas con sede en Norteamérica, la relocalización de cadenas implica la subcontratación de actividades a países de Latinoamérica, entre ellos México, Costa Rica o Brasil, debido a su cercanía geográfica y ventajas competitivas.

México ha sido de los países más beneficiados, de acuerdo a un informe del Banco de México (Banxico), el cual reporta que, una de cada cinco empresas mexicanas, el 19.7%, ha tenido un impacto positivo reciente, además, el 9.3% de las compañías a nivel nacional registran un aumento en su producción, venta o inversión debido a esta reubicación de las cadenas de valor de otros países. Por su parte, el banco Santander estima que el “nearshoring” podría impulsar un crecimiento adicional de 8% en el producto interior bruto (PIB) del país en los siguientes seis años.

Si bien el “nearshoring” no está exento de desafíos, como la competencia en ciertos mercados o las diferencias en costos laborales, sigue siendo una opción valiosa para muchas empresas que buscan mejorar su eficiencia y reducir costos manteniendo una cercanía geográfica con sus proveedores. Entre las ventajas que esta estrategia de subcontratación ofrece, destaca, en primer lugar, que la proximidad cultural y lingüística entre las empresas involucradas, lo que facilita la comunicación y colaboración.

Asimismo, en términos de costos, aunque el “nearshoring” no siempre es la opción más económica en comparación con ubicaciones más distantes, puede proporcionar un ahorro significativo si lo comparamos con mantener las operaciones en el país de origen. Por último, la cercanía geográfica a menudo implica una mayor estabilidad política y regulatoria compartida, disminuyendo el riesgo de interrupciones en las operaciones debido a cambios en la legislación o el clima político.

Sin embargo, es importante recalcar que, no todo es “color de rosa” en esta estrategia, por lo que antes de emprender un proceso de “nearshoring” es necesario realizar una cuidadosa investigación y planificación, evaluar la idoneidad de los servicios a trasladar, la disponibilidad de talento en el país de destino y los aspectos logísticos, factores cruciales para el éxito de esta estrategia. Con una ejecución adecuada, el nearshoring puede ser una valiosa herramienta para el crecimiento y la expansión internacional de las empresas.

¿Qué piensan ustedes? Envíenme sus comentarios.

(*) Especialista en consultoría y desarrollo turístico/inversión y gestión inmobiliaria.

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