PLANTILLA - El trabajo en México y el poder adquisitivo

El salario mínimo en México ha estado en el centro del debate nacional siendo 2023 el séptimo año con aumentos significativos. De hecho, este año México por fin regresó a un nivel donde el salario mínimo vigente está por encima de la media de América Latina. Según el reporte de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, México pasó al lugar 7 de 20 países que se monitorean en la región, por primera vez en décadas está por encima de Honduras, El Salvador y Nicaragua. Es más, la zona libre fronteriza, alcanzó un salario mínimo igual a 480 dólares al mes, lo que pondría a esta zona en el tercer lugar de la lista.

¿Cuáles han sido las repercusiones de estos aumentos? ¿Realmente se puede decir que en México tenemos más y mejores trabajos? Por parte de la ocupación podemos ver que el nivel de población económicamente activa alcanzó en enero de 2023 un nivel de 60.3%, por encima del nivel pre pandemia que estaba en 59.7%. Uno de los retos actuales radica en la preparación de los jóvenes. El uso de las tecnologías les ha facilitado el acceso al conocimiento, sin embargo, esto no necesariamente se ha reflejado en un mayor nivel de preparación académica.  La oportunidad, es aprovechar las herramientas digitales para que nuestra fuerza laboral desarrolle competencias que agreguen valor y con ello aumentar el ingreso de las familias.

Los sectores que se encuentran con tasas de empleo por encima de su nivel de 2019, son el sector de la agricultura, servicios, restaurantes y alojamiento y servicios profesionales. De igual manera existen diferencias regionales entre los estados, como Coahuila e Hidalgo que tienen aumentos en su nivel de ocupación de más del 10% en los últimos dos años, en comparación con Morelos, Puebla y Veracruz que apenas llegan al 1%.

Un dato relevante es que sólo el 5% de los estudiantes universitarios en México acuden a escuelas privadas, donde se presume el nivel educativo debería ser mejor que la instrucción pública. La preparación académica es fundamental para ofrecer servicios profesionales que aprovechen el nearshoring y la llegada de turismo a la región. Falta un mayor compromiso de los jóvenes para capacitarse y aprovechar las oportunidades y con ello mejorar sus condiciones de vida.

Además de las diferencias por región hay otras características que debemos considerar, primero la diferencia que existe entre el empleo formal y el informal. En el último estudio de 2022, el ingreso promedio de los empleados formales en México es de 9,041 pesos; en cambio, los trabajadores informales tienen un ingreso promedio de 5,937 pesos. Otro aspecto relevante es el género, según cifras del mismo instituto el promedio de los sueldos de los hombres está en 7,897 pesos y el de las mujeres está en 6,745.2 pesos.

El último aumento salarial para iniciar 2023 quedó en 6.8% sin embargo la inflación reportada ascendió a 7.4% a tasa anual. Esto quiere decir que todos los trabajadores de México vieron afectado su poder adquisitivo. Pero estas afectaciones no son iguales, basándonos en las diferencias antes mencionadas, hay que hacer algunas aclaraciones que surgen de las cifras. En la actualidad el número de personas que ganan el salario mínimo es sólo de 7.3 millones, muy por debajo de los 10.3 millones en enero del 2020. La porción de la población que gana más de dos salarios pasó de 8.7% en enero de 2020 a 15.6% en diciembre de 2022.

Este es un dato significativo, ya que, si el poder adquisitivo de los mexicanos no aumenta por la mezcla de inflación que es mayor a los aumentos salariales, es bueno que la población en general se esté moviendo a estratos con mayor cantidad de salarios. Esto quiere decir que se están aprovechando trabajos que son más rentables o que requieren mayor especialidad. Además de que se puede estar reduciendo la práctica de los empleadores que registren a sus trabajadores con salarios por debajo de sus ingresos reales, privándolos de los beneficios de la seguridad social y de las pensiones a las que deberían tener acceso.

Al final del día los datos de inflación si se raspan a profundidad nos arrojan una realidad más complicada. Por ejemplo, la canasta alimentaria experimentó una inflación del 11% y la canasta extendida que incluye artículos de higiene y calzado aumentó un 9%. Esto quiere decir que la merma en el poder adquisitivo es realmente mayor de lo que se piensa cuando se habla de la inflación en general.

En México la estabilidad del peso es otro factor que debe considerarse cuando se compara al país con otros de la región cuyas monedas se han devaluado significativamente desde la pandemia de Covid. Es más, en los últimos meses el peso mexicano se ha revaluado de manera importante, lo que debe traducirse en los próximos meses en bajas de precios de productos de importación que son relevantes para la canasta básica y la canasta extendida como el maíz, la gasolina, artículos de higiene, entre otros.

El mandato del Banco de México dice que la política monetaria del país debe encaminarse para controlar la inflación y así proteger el poder adquisitivo de las familias. Hoy en día, este mandato indica que la inflación debería estar en 3% +/- 1%. Es obvio que el 7.8% que se reportó hasta enero de 2023 no está cerca y que en los próximos meses veremos un endurecimiento de la política monetaria tratando de someter la inflación y llevarla a los niveles deseados para la economía mexicana. Desde el sector empresarial debemos ayudar a los jóvenes a capacitarse y agregar valor en sus servicios, a ellos, les compete hacer el esfuerzo en beneficio mutuo.

(*) Maestro Fernando Castro Rubio, presidente de la Asociación de Empresarios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.

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