Agencias/EFE/Rusia

Un tribunal en Rusia halló el viernes al líder opositor Alexei Navalny culpable de extremismo y lo sentenció a 19 años de prisión, informaron su portavoz y medios de prensa rusos. Navalny de antemano cumple una pena de nueve años de prisión por una serie de cargos que él considera políticamente motivados.

Los nuevos cargos están relacionados con las actividades de la fundación anticorrupción de Navalny y declaraciones que han hecho allegados suyos. Es su quinta condena penal y la tercera y más larga pena de prisión que se le ha impuesto, y todas son consideradas por sus partidarios como una estrategia del Kremlin para silenciarlo.

Agencias de noticias estatales rusas informaron que cumplirá esta nueva sentencia al mismo tiempo que la actual por cargos de fraude y desacato al tribunal. La fiscalía había pedido una sentencia de 20 años de prisión y el mismo Navalny había vaticinado que recibiría una larga condena.

Navalny también fue sentenciado en 2021 a dos años y medio de cárcel por violación de su libertad condicional. El juicio por extremismo tuvo lugar a puertas cerradas en una colonia penal al este de Moscú, donde el líder opositor se encuentra detenido.

Navalny compareció en el tribunal el viernes por la tarde, con uniforme de presidiario y apariencia demacrada, pero con una sonrisa desafiante. Cuando el juez leyó el veredicto, se puso de pie junto a sus abogados y coacusados, con los brazos cruzados y escuchando con una expresión seria en el rostro.

Le tomó al juez menos de 10 minutos anunciar el veredicto y la sentencia, algo que en Rusia usualmente toma horas o incluso días. La audiencia fue transmitida a reporteros en una sala separada, pero la voz del juez era apenas perceptible. La portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, confirmó el veredicto en las redes sociales, y las agencias noticiosas estatales RIA Novosti y Tass reprodujeron citas textuales del veredicto.

Navalny, de 47 años, es el rival más acérrimo del presidente Vladímir Putin y ha destapado casos de corrupción gubernamental y organizado protestas masivas contra el Kremlin. Fue arrestado en enero de 2021 al regresar a Moscú tras estar recuperándose en Alemania de un intento de envenenarlo que él atribuye al Kremlin.

Los aliados de Navalny afirman que los cargos de extremismo criminalizan retroactivamente todas las actividades anticorrupción de la fundación desde que fue creada en 2011. En 2021, las autoridades rusas ilegalizaron la fundación y la extensa red de oficinas de Navalny en diversas regiones de Rusia, declarándolas organizaciones extremistas, y colocando a todos los asociados con ellas en riesgo de ser detenidos y procesados.

Uno de los allegados de Navalny, Daniel Kholodny, fue enjuiciado junto con él tras ser trasladado desde otra prisión. La fiscalía pidió 10 años de cárcel para él, si bien su abogado dijo al periódico independiente Novaya Gazeta que Kholodny recibió una pena de ocho años.

Navalny considera que todos los cargos en su contra son políticamente motivados y acusa al Kremlin de tratar de mantenerlo tras las rejas por el resto de su vida.

La noche antes de que se leyera el veredicto, Navalny emitió un comunicado por las redes sociales, presumiblemente a través de su equipo, en que vaticinó que la nueva sentencia sería “enorme” y de tipo “estalinista”. Bajo el régimen del dictador soviético Josef Stalin, millones de personas fueron tachadas de “enemigas del Estado”, encarceladas y a veces ejecutadas, en lo que llegó a conocerse como “El Gran Terror”.

En su comunicado, Navalny instó a los rusos a resistir “personalmente” y les animó a apoyar a los presos políticos, repartir panfletos o ir a mítines. Recalcó que todo ruso tiene derecho a decidir la mejor manera de resistir, pero que “es vergonzoso no hacer nada. Es vergonzoso dejarse intimidar”.

Navalny cumple actualmente su sentencia en una prisión de máxima seguridad, la Colonia Penal Número 6 en el pueblo de Melekhovo, a unos 230 kilómetros (más de 140 millas) al este de Moscú.

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