EDITORIAL

En la semana que concluyó algunos hoteleros y empresarios denunciaron que Bahía de Banderas sufre una inusual ola de inseguridad que, por estas fechas, no solamente afecta a los habitantes de ese pujante municipio del sur nayarita, sino que además alcanzó ya al turismo nacional y extranjero que visita el destino, cuya marca turística Riviera Nayarit es ampliamente conocida dentro y fuera del país.

El sector empresarial denunció de manera pública ante el gobierno municipal varios hechos delictivos registrados en el municipio en agravio de habitantes y turistas, como robo de automóviles, asaltos a mano armada y robos a casa-habitación, sin que las autoridades municipales respondan para aumentar la vigilancia y cuidar la integridad de los ciudadanos, ya sean vecinos de esta región o vacacionistas.

Afirman los afectados que igualmente ya es cosa de todos los días el robo de cable en las colonias populares como Mezcales, Mezcalitos, San Vicente y El Porvenir, en donde más tardan los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o de Alumbrado Público Municipal en reponer las líneas de cable para conectar a los vecinos, que los delincuentes en volver robarlas.

También denuncian que ya son un problema de todos los días los asaltos en fraccionamientos populares como Valle Dorado o la Unidad Santa Fe y Jardines, lamentablemente sin que haya una eficiente intervención por parte de la Policía Municipal, pues cuando los afectados llaman para solicitar auxilio, los policías simplemente no aparecen.

Hay que decir que si de por sí el aumento de la delincuencia común ya es un asunto bastante delicado cuando afecta a los habitantes de una comunidad o de un municipio como Bahía de Banderas, lo es todavía más grave cuando los turistas que visitan este lugar son asaltados a mano armada o despojados de sus pertenencias y sus automóviles.

Según los reportes, el colmo del asunto es que en la zona o franja turística de la Riviera Nayarit turistas nacionales que llegan a vacacionar a esta región han sufrido el robo de su camioneta o automóvil y, lo peor, es que cuando acuden ante el Ministerio Público para levantar su denuncia los encargados responsables les dicen que los titulares están de vacaciones y que serán atendidos por sustitutos; además, los policías municipales les revisan sus maletas o enseres personales, como si fueran ellos los delincuentes y no las víctimas.

Se trata, pues, de una situación que amenaza con salirse de las manos y que tendrá serias consecuencias para la industria turística de esta región, porque si bien esta ola de inseguridad se registra hoy en Bahía de Banderas, inevitablemente Puerto Vallarta saldrá salpicado, pues cuando están aquí los vacacionistas no saben de geografías, gobiernos o partidos políticos, no distinguen entre Bahía de Banderas, Riviera Nayarit y Puerto Vallarta, para ellos simplemente están en Vallarta y así se refieren cuando les preguntan a dónde fueron y cómo les fue.

Es verdaderamente preocupante que el gobierno municipal de Bahía de Banderas que encabeza la alcaldesa, Mirtha Villalvazo Amaya, ignore los llamados de atención y de auxilio de empresarios, habitantes y turistas.

La alcaldesa está obligada a responder con mayor vigilancia, seguridad, atención y seguimiento a las denuncias y quejas presentadas, ya sean ante el MP o de manera pública en los medios de información o comunicación.

Insistimos, es grave que la inseguridad afecte a los habitantes de la región en sus bienes y pertenencias, pero permitir que el problema crezca en perjuicio de los turistas es atentar contra la principal fuente de ingresos económicos que tienen Bahía de Banderas y su marca Riviera Nayarit, porque de paso no solo se daña la propia imagen turística, sino también la de Puerto Vallarta.

Permitir que los hechos delictivos sigan presentándose y que trasciendan en México y el extranjero es echar directamente al cesto de la basura todos los esfuerzos que en materia de promoción, publicidad y relaciones públicas realizan hoteleros, empresarios, restauranteros y comerciantes.

No hacer nada es alentar el surgimiento nuevas alertas de viaje hacia esta región en el corto y mediano plazo, ya que si por algo se han caracterizado Riviera Nayarit y Puerto Vallarta es por conformar una zona turística segura, mucho más que Cancún, Riviera Maya y Acapulco.

Este es un llamado urgente para el gobierno municipal de Bahía de Banderas, para que no desestime las quejas y denuncias de ciudadanos y turistas que vienen convencidos de aquí van a pasar unas vacaciones tranquilas, despreocupados de la serie de problemas que enfrentan en sus ciudades y lugares de origen.

Es un llamado a tiempo para Mirtha Villalvazo Amaya y el personal de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, para que revisen su trabajo diario, sus estrategias y los operativos que salvaguardan la integridad de las personas, ya sean habitantes o turistas, porque al final no solo el destino turístico sufrirá la consecuencias de tanta displicencia, pues las arcas municipales también sufrirán cuando por falta de seguridad el turismo deje de venir en grandes cantidades, como hasta ahora, y los negocios que pagan licencias e impuestos municipales tengan que bajar la cortina porque, sencillamente, aquí la delincuencia común opera a todo dar, con total impunidad y hasta con la bendición de las autoridades municipales.

Igualmente es un llamado para hoteleros, empresarios, restauranteros y comerciantes para que manifieste su preocupación y su molestia ante la ola de inseguridad que se registra en Bahía de Banderas y que daña enormemente la imagen turística de su marca Riviera Nayarit…

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