By Son tiempos de levantar la voz, son tiempos de hacernos oír, son tiempos de que el funcionario público entienda que es él quien está al servicio de la sociedad
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Analizando los recientes acontecimientos en el país, el Dr. Jorge Villanueva Hernández, presidente de la Asociación de Empresarios AEBBA, opina que después del 13 de noviembre en la vida democrática de la República Mexicana ha emergido un nuevo actor y es la sociedad civil. Y al consultar los datos relacionados con la Reforma Electoral, también contrasta las dos marchas con motivos diametralmente opuestos
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Por Jorge Villanueva Hernández
Este mes de noviembre del año 2022 marcará una historia en la vida democrática de nuestro país, por un lado hemos presenciado el despertar de la sociedad en la marcha del domingo 13 de noviembre, cuando en la Ciudad de México en forma espontánea y en por lo menos 60 ciudades de todo el país, la sociedad civil salió a marchar con el único propósito de defender al INE; es incuestionable que la sociedad confía más en su instituto electoral que en los propios partidos políticos y sus líderes, incluyendo a Morena.
En contrapartida el pasado domingo 27 de este mes, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, encabezó sin duda una de las manifestaciones más nutridas y de mayor duración en la historia de nuestro país.
Esta marcha fue convocada desde los organismos institucionales de poder, donde Gobernadores, Diputados, Presidentes Municipales, etcétera; enviaron gente en camiones desde las distintas regiones del país. Esta marcha conservadoramente tuvo un costo aproximado de 1,500 millones de pesos. Este dinero fue pagado con los recursos de la ciudadanía al pagar sus impuestos.
Los motivos de las marchas son diametralmente opuestos, en el fondo es la lucha de los que estamos a la defensa del INE y, de los que están de acuerdo en eliminarlo en la propuesta de Ley enviada por el Primer Ejecutivo, en donde la consigna inicial fue no cambiarle ni una coma.
El dictamen de la iniciativa presidencial fue aprobado en comisiones el día de ayer en la Cámara de Diputados, en las comisiones de Puntos Constitucionales, Reforma Política Electoral y Gobernación.
De comisiones tiene que pasar al pleno de la Cámara de Diputados, y al tratarse de una modificación a la Constitución se requiere de “mayoría calificada”, que en números significan 334 votos para aprobar una reforma a la Constitución, faltándole a Morena y sus aliados 58 votos.
La alianza oficial está representada por 276 votos: 202 de Morena, 41 del partido Verde y 33 votos del PT. La Alianza Opositora la integran: 115 votos del PAN, 69 del PRI, 25 de Movimiento Ciudadano y 15 del PRD, sumando un total de 224 votos.
Todo indica que la Alianza Opositora enterrará la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador, propuesta que plantea la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas eliminando al INE.
El partido Morena y sus aliados habían apostado a obtener los 58 votos que les faltan para realizarle cambios a la Constitución de los votos del PRI.
Es indudable que la marcha del 13 de noviembre en donde la ciudadanía se levantó y exigió no tocar al INE; el PRI anunció oficialmente que no votaría ninguna propuesta que atentara contra el actual organismo electoral.
Esperemos que se concrete el rechazo a los cambios electorales y, de esta manera la alianza opositora en la Cámara de Diputados le otorgaría la segunda derrota al Ejecutivo Federal, recordemos que no le aprobaron la Reforma Energética.
En la vida democrática de la República Mexicana ha emergido un nuevo actor y es la sociedad civil. Son tiempos de levantar la voz, son tiempos de hacernos oír, son tiempos de que el funcionario público entienda que es él quien está al servicio de la sociedad.
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